Las catinonas sintéticas, también conocidas como “sales de baño”, son consideradas como estimulantes artificiales, es decir, son creadas por el hombre, siendo su estructura química una síntesis de la molécula denominada catitona; sustancia que es hallada en la planta de khat (arbusto originario tanto del este de África como del sur de Arabia; lugares en que sus hojas se mastican ya que cuenta con leves efectos estimulantes); así mismo, aquellas sustancias creadas pueden llegar a ser mucho más potentes que el propio producto natural. Se caracterizan por ser un polvo cristalino blanco, marrón o tonos grisáceos o amarillentos, sin embargo pueden encontrarse de varios colores.
Estas catinonas son consideradas como un subgrupo de las nuevas sustancias psicoactivas (NSP), las cuales son presentadas como supuestas alternativas “legales”, a aquellas sustancias sujetas a fiscalización internacional, también son conocidas como “drogas de diseño”, “euforizantes legales”, “hierbas euforizantes”, al momento en que aparecieron han podido estar más presentes en los análisis forenses de drogas, dando lugar a problemas jurídicos y analíticos, por tanto se precisan métodos delicados, fiables y que puedan reproducirse con el objetivo de poder detectar e identificar dichas sustancias.
Cuando comenzaron a ser utilizadas las primeras catinonas sintéticas, su consumo no era con un fin recreativo, sin embargo, fueron utilizadas de esa manera, ya que su uso era discreto, permitiendo así que pudieran pasar desapercibidas ante las autoridades.
De las catinonas sintéticas más frecuentes se encuentran: alfa-PVP, Benzedrona (4-MBC), Bupropión, Butilona (beta-ceto-MBDB), Eutilona (beta-ceto-EBDB), flefedrona (4-FMC), Metilendioxipirovalerona (MDPV), Mefedrona (4-MMC), Metcatinona, Metedrona (beta-ceto-PMMA), Metilona (beta-ceto-MDMA), N-metilmefedrona, 4-MEC, 2-MMC, 3-MMC, Nafirona, 4-TFMMC.
Normalmente las catinonas sintéticas son ingeridas, aspiradas, fumadas o inyectadas. Investigadores tienen el conocimiento de que estas cuentan con una similitud a drogas como anfetaminas y cocaína.
De entre los efectos que pueden causar las catinonas sintéticas se encuentran: paranoia (desconfianza extrema e injustificada de los demás), alucinaciones ( experimentar sensaciones o ver imágenes que parecen reales pero no lo son), mayor afabilidad, mayor deseo sexual. ataques de pánico, delirio excitado (agitación extrema y comportamiento violento); así como: aumento de presión arterial, frecuencia cardiaca y dolor en el pecho, aquellas personas que sufren el delirio tienden a sufrir deshidratación, destrucción del tejido muscular esquelético e insuficiencia renal. Por otro lado, de los efectos más graves causados por estas drogas es la muerte.
Al consumir estas drogas, las personas pueden llegar a tener una intensa e incontrolable necesidad de volver a consumirlas; de igual manera pueden causar síntomas de abstinencia como la depresión, ansiedad, temblores, problemas para dormir y como ya se mencionó paranoia.
Pese a que no existen medicamentos para tratar la adicción a las catinonas sintéticas, se cuenta con un tratamiento, el cual aplica terapia conductual, incluyendo terapia cognitivo conductual, control de contingencias o incentivos motivacionales, terapia de estimulación motivacional, tratamientos conductuales orientados a los adolescentes.