De acuerdo con algunos investigadores, la evolución de la conducta delictiva femenil, así como su crecimiento, se encuentra constantemente en movilidad, y en la actualidad ha impactado tanto al exterior como a nivel interno de poblaciones penitenciarias. La delincuencia femenina se muestra inferior en calidad de sucesos a la masculina, debido a la lista oscura donde no se denuncia a la mujer.
En la actualidad, la mujer puede delinquir en cantidades casi iguales, pero en forma distinta que el hombre. Así, se fueron generando diversas teorías que comenzaron a explicar la conducta delictiva.
A través de la historia a la mujer delincuente se le ha estigmatizado, castigado, culpado o catalogado como desviada. La criminalidad femenina suele generar mayor interés, desde comprender teóricamente las conductas de las mujeres en relación con los delitos.
Los principales delitos que cometen las mujeres son los siguientes: Del fuero común, delitos de robo y lesiones; Del fuero federal, el narcotráfico. Algunas nuevas actividades en las que se encuentran involucradas las mujeres en su participación en hechos delictivos han sido, asalto a bancos, secuestro y extorsión.
Los delitos que se encuentran relacionados con roles tradicionales atribuidos a las mujeres en el ámbito doméstico, ocupan un lugar muy importante desde el papel de madre-cuidadora, es decir que va desde la función de engendrar y posteriormente la maternidad. Estos delitos, suponen una frustración de los deberes inherentes a la maternidad, relacionados con el mantenimiento y cuidado de los hijos, estos serían los casos de abandono o maltrato de menores, el infanticidio, el homicidio o asesinato. También se consideran en un contexto relacionado con la pareja, es decir, casos en los que ellas matan a sus maridos o atentan contra la vida de otros miembros de su entorno familiar.
Las conductas delictivas de la mujer están relacionadas con las características sociológicas y con el papel que desempeña la mujer dentro de una sociedad y cultura. Cuando las mujeres no se ajustan a lo socialmente impuesto por las instituciones de control social formal e informal, recae sobre ellas una mayor sanción, no solo penal, sino social. Dicha sanción es mucho más difícil de enfrentar, tanto en la cárcel. como en lo social, en donde es criticada , excluida, ignorada y maltratada por el entorno.