La primera desaparición forzada documentada por organizaciones de familiares de personas desaparecidas en México se remonta al 19 de mayo de 1969 cuando el profesor guerrerense Epifanio Avilés Rojas fue detenido y llevado en una avioneta desde Guerrero al Campo MIlitar Número 1, en la Ciudad de México.
Tras mostrar su interés por la organización social y política, y su indignación por las injusticias, Epifanio fue detenido por un grupo de soldados, al mando del mayor de infantería Antonio López Rivera en el poblado de Las Cruces, Guerrero, desde entonces, no se ha vuelto a ver al Profesor Avilés Rojas.
A su secuestro oficial fueron sumándose uno tras otro en los últimos cincuenta y dos años, dando como resultado alrededor de 220.330 denuncias de desapariciones. Al día de hoy, siguen sin ser localizadas casi 90.000 personas. En este contexto son las familias quienes han llevado a cabo la exigencia y la búsqueda de las personas desaparecidas, quienes han salido a buscar a sus familiares con pala y pico y han desarrollado estrategias para la identificación de personas desaparecidas.
Las víctimas de desapariciones, al haberlas separado del ámbito protector de la ley y al haber "desaparecido" de la sociedad, se encuentran, de hecho, privadas de todos sus derechos y a merced de sus aprehensores.Además, las desapariciones también suponen en general una violación de diversos derechos de carácter económico, social y cultural, tanto para las víctimas, como para sus familias.
Es por ello que el 21 de diciembre de 2010, la Asamblea General, en virtud de la resolución A/RES/65/209, expresó su preocupación, en particular, por el aumento de las desapariciones forzadas o involuntarias en diversas regiones del mundo y por el creciente número de denuncias de actos de hostigamiento, maltrato e intimidación padecidos por testigos de desapariciones o familiares de personas que han desaparecido, A raíz de esto decide declarar el 30 de agosto Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, que comenzó a observarse en 2011.
La conmemoración de este día destaca la importancia de implementar leyes y equipos de búsqueda calificados para esta labor, así mismo resalta la importancia de las actuaciones forenses en la búsqueda de fosas clandestinas, su debido procesamiento y en la identificación de personas. Es verdad que actualmente los laboratorios forenses se encuentran rebasados por la cantidad de identificaciones que requiere el sistema de justicia, por ello contar con tecnologías que apoyen a la labor de los peritos es también de suma importancia. Existen aparatos como Findar, para facilitar la búsqueda de fosas clandestinas y softwares de alta tecnología como M-FISys para la identificación de personas que podrían apoyar a los expertos en esta extenuante tarea de identificación.