El Culto a la Santa Muerte: Un Estudio Descriptivo

  • Por Araujo Peña, Sandra Alejandra, Barbosa Ramírez Marisela, Galván Falcón Susana, García Ortiz Aurea y Uribe Ordaz Carlos
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  • 01 diciembre, 2021
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  • Sociología
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Un culto es un conjunto de actos que se atribuyen como veneración profunda y que van ligadas con la cultura, ( Rojas, Maria de las Nieves 1998)

Para sus devotos, la señora, como afectuosamente la llaman, es capaz de manifestarse corporalmente o imprimir sus imágenes en diversos lugares, libros, revistas en los que se promueve el culto, narran en sus experiencias milagrosas que han vivido, en las que la santa muerte los ha librado de peligros y ayudado a resolver sus complicados conflictos, Es un culto que se manifiesta dando características humanas y divinas a un fenómeno tan natural como la muerte, no es una cosa, una persono fuerza. Puede definirse como el termino de la vida. En diferentes culturas tiene muchos nombres, siempre esta presente.

El culto a la muerte existe en México desde hace mas de tres mil años, los pobladores mexicanos concebían a la muerte como algo necesario y que le ocurre a todos los seres en la naturaleza. Tenían seguro que los ciclos de la naturaleza eran equivalentes a la vida y la muerte.

Comenzaron a representar a la vida y la muerte en figuras humanas descarnadas simbolizando la dualidad que llevamos por dentro y por fuera, la luna y el sol. Es cuando comienza a esparcirse el culto a la muerte en todos los rincones del México antiguo, siendo devotos muchas culturas como mayas, zapotecos, mixtecos, totonacas, etc.

El culto a la muerte adquirió mayor fortaleza fue el de los aztecas . Este pueblo considerado como de los mas aguerridos llevo el culto a los extremos su devoción a la muerte.

Los mexicas heredaron de épocas antiguas a dos dioses, Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl, los señores del mictlan, la región de los muertos, a este lugar iban los hombres y mujeres que morían de causas naturales, pero el camino no era fácil. Antes de presentarse antes los señores del Mictlan tendría que enfrentarse a obstáculos, piedras que chocan entre si, desiertos y colinas, un cocodrilo llamado Xochitonal, viento de filosas obsidianas y un caudaloso rio que se atravesaba con ayuda de un perro que era sacrificado el día del funeral.

Finalmente el difunto llegaba a la presencia de los terribles señores de la obscuridad y la muerte. La tradición dicta que desde entonces se le ofrenda a los dueños del inframundo. Este detalles es importante ya que con el tiempo estas ofrendas seguirán presentes en el altar de la santa muerte.

Mictlantecuhtli y mictecacihuatl fueron las deidades a quienes se encomendaban a los muertes pero también eran invocados por todo aquel que deseara el poder de la muerte. Su templo se encontraba en el centro ceremonial de la ciudad de México, Tenochtitlan, su nombre era Tlalxico, que significa “ ombligo de la tierra”, hileras de cráneos.

Había otras representaciones de la muerte entre los mexicas, por ejemplo Tzompantli “hileras de cabezas” eran palos donde se ensartaban cráneos y formaban grandes hileras. Estos tzompantli se encontraban en los grandes templos del México antiguo y eran considerados como parte importante del culto de sacerdotes y gente común. Existen diferentes representaciones de la muerte como figuras en forma de calavera talladas en piedra, barro o pinturas en los libros antiguos llamados códices.

También se han encontrado calaveras humanas adornadas con pedernales y conchas por ojos, pero los especialistas no han acordado en el significado de estas calaveras, se supone que es una ofrenda a los señores de la muerte, por donde aparecen rastros de la muerte descarnada, están los adornos de la diosa Coatlicue.

Los mexicas o aztecas como parte de sus creencias al culto de los señores de la muerte no solo se les encomendaba el difunto, sino que también se les encomendaba cualquier favor relacionado a la muerte.

La colonización de los españoles logro una disminución al muerte pero no logro erradicarlo de manera que ha permanecido hasta el siglo XIX, cuando sucedió un resurgimiento en su devoción. Al principio del ciclo pasado personas entre ellas católicas mandaron a quemar imágenes de la santa muerte en América principalmente en el centro y el sur, para acabar con dicho culto. Una de las imágenes sobrevivientes es la que se encuentra en Chiapas, es un esqueleto de madera que tiene su templo, según el relato de los creyentes, es una réplica del esqueleto de San Pascualito, quien va por las personas después de morir.

El culto contemporáneo apareció en Hidalgo, en 1965. Está arraigado en el Estado de México, Guerrero, Veracruz, Tamaulipas, Campeche, Morelos y el Distrito Federal. Últimamente en Nuevo León, Chihuahua y Tamaulipas.

Son muchas representaciones de la muerte, así como los nombres que se le ha dado a lo largo de la historia, en la actualidad se representa como la imagen esquelética que es vestida con una túnica de diferentes colores y cada uno simboliza algo en particular.

Depende de la petición del fiel es el color que se debe escoger para colocar en el altar; Blanco, salud; negra, fuerza y poder; morada, para abrir caminos; café, para invocar espíritus del más allá; verde, para mantener unidos a seres queridos; roja para el amor y la amarilla, para la buena suerte.

Se dice que su día oficial es el 15 de agosto, dictado como “Día de la Santa Muerte” por sus fieles.

La iglesia Católica condena esta veneración como pecaminosa, algunos asocian esta práctica con la iglesia. Mientras tanto a la mayoría de sus fieles no les importa la contradicción entre su religión y el culto pagano a “la Santa”.

Por ello se realizan rituales similares a los católicos, incluyendo procesiones y oraciones, con el fin de ganar su favor. Muchos llegan a poner un altar en sus hogares, oficinas o negocios para sentirse protegidos. En el altar suele estar rodeada entre arreglos florales frutales, inciensos, vinos, monedas, dulces y golosinas, velas cuyo color varía de acuerdo a la petición.

Inicialmente su devoción era exclusiva de criminales, incluyendo contrabandistas, pandilleros, ladrones y prostitutas, quienes suelen hacerle peticiones, tales como el librarlos de las balas de la policía o de cualquier otro mal, como por ejemplo, la cárcel.

Contradictoriamente, es fácil encontrar devotos del otro lado de la ley, entre ellos militares y policías, quienes piden una bendición para su pistola y sus balas.

El apego a la creencia se ha extendido por el territorio estadounidense con la inmigración de varios de sus discípulos, quienes afirman haber entregado su travesía a su “santa”, llevando entre sus ropas imágenes de ella para mantener su continua protección. Se dice que la muerte agradece si es nombrada con cariño con el uso de alguno de sus apodos favoritos, tales como “La Comadre”, “La Bonita”, “La Flaca”, “la Señora” o “La Niña”.

La santa muerte recibe ofrendas como puros, alhajas y hasta vestidos de novia de quienes la invocan para conseguir marido. El misticismo es una doctrina filosófica y religiosa que admite la realidad de una comunicación directa y personal con Dios por intuición o éxtasis.

Los fieles creyentes de la Santa Muerte están en descontento. El gobierno mexicano canceló el registro al grupo religioso bajo el argumento de que violó sus propios estatutos.

La ropa que viste la santa muerte, tiene un significado en particular, en primer lugar está la túnica que la cubre de la cabeza a los pies. Su simbolismo es sencillo pero profundo. Es la forma en que ocultamos nuestra verdadera apariencia tras otra. Así como la tela cubre al esqueleto que representa a la Señora, así nosotros ocultamos con nuestra carne el interior, aquello que nos delata como humanos En la mayoría de las representaciones la túnica de la Señora es blanca.

La guadaña representa la justicia implacable, no de ella si no del ser supremo que gobierna y rige la vida de todos, y su vez esa hoz larga y siniestra, nos indica que en el camino de la muerte no hay distinciones. Es signo de equidad y armonía.

El mundo tiene significado que para la señora no tiene fronteras está en todo lugar y no distingue entre los diferentes hombres que habitan La tierra, pues toda esta es suya.

La Balanza hace una clara alusión a la equidad, la justicia y la imparcialidad. Normalmente la balanza se usa para realizar un trabajo o para indagar la verdad sobre un suceso.

El reloj de arena. Es la medida de tu vida sobre la tierra, es un reloj de arena porque basta con girarlo para volver a comenzar.

La identidad de la Santa Muerte es heterogénea y ambigua porque esta deidad refleja sectores excluidos por la sociedad como es el mundo de la economía informal. Particularmente en los últimos 15 años se ha generado una multiplicación de centros de veneración y representaciones que se venden en mercados populares, como el de Sonora en la ciudad de México, y en tianguis.

Hay que destacar que parte importante del mercado religioso de la Santa Muerte está constituida por los ambulantes, sobre todo del Centro Histórico de la ciudad de México, así como por los circuitos del narcomenudeo, redes de prostitución, maleantes y carteristas.

Homero Aridjis destaca a propósito de su novela más reciente, La Santa Muerte, que en ella se evidencian los dos México que concurren ante el fenómeno: “El de la gente que pide favores o milagros para tener trabajo, salud o comida, y el de los hombres del poder económico, político o criminal, quienes curiosamente le solicitan venganzas o muertes”.

No se trata solamente de la devoción popular de sectores socialmente marginados de la sociedad, sino de actores emergentes de la exclusión social. Investigadores tienen la percepción de que la devoción por la santa muerte sustenta religiosamente a aquellos sectores delictuosos dominantes que actúan al margen de la ley, creando códigos propios de organización y de poder simbólico.

Narcotraficantes, ambulantes, taxistas, vendedores de productos pirata, niños de la calle, prostitutas, carteristas y bandas delictivas tienen una característica común: no son muy religiosos, pero tampoco ateos. Crean y recrean sus propias particularidades religiosas con códigos y símbolos que nutren su existencia, identidad y prácticas.

En la región del norte del país el culto a la Santa Muerte está acompañado con la veneración a Jesús maverlde.

En los mercados populares de México, donde se pueden comprar yerbas, veladoras y artículos religiosos para combatir el «mal del ojo» y todo tipos de «brujerías», la Santísima Muerte aparece junto con las imágenes de los santos tradicionales del catolicismo. Todo lo anterior provocó que la Iglesia católica de México saliera a condenar el culto a la Santísima Muerte. En su publicación oficial «Desde la Fe», la Iglesia rechazó que forme parte de los santos de esa religión y advirtió a sus feligreses contra ese culto. «.

Es una figura que está muy acorde a sus actividades, donde la vida y la muerte están estrechamente unidas”, precisó José María Infante.

Destacó que los narcotraficantes también pretenden en la Santísima Muerte una solución mágica a sus problemas. En la frontera la pelea contra el narcotráfico está perdida, porque ya no son pequeños grupos que se dedican a esta actividad, a los cuales se les podía eliminar o controlar, añadió. A mediados de 2004, en la carretera fronteriza Anáhuac-Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue incendiada y semidestruida una pequeña capilla dedicada a la Virgen De Guadalupe.

Se atribuye el crecimiento del culto a que “la gente no está preparada para morir y está buscando aliados para que los cuide en ese último trance”. Las personas de la delincuencia organizada no se acercan a la Iglesia ni a otras instituciones que tengan que ver con un carácter político legalizado, aunque cabe mencionar que este culto se ha tratado de legalizar mediante la obtención de licencias en Gobernación y Hacienda.

La Santa Muerte tiene muchos fieles entre los presos. Ellos no pueden salir. Un celador del Reclusorio Norte desde hace 22 años constató cómo desde hace 15 años, tímidamente, se pintaba la imagen de la muerte en la pared de alguna Celda. La mayoría ya la tiene tatuada y es una devoción igual o más grande que la Guadalupana”, Platica alarmado. El celador, considera que este auge va ligado al incremento de la violencia, sobre todo entre los jóvenes: “Cada vez es peor, y lo que pasa afuera pasa adentro. Por eso aquí la utilizan para protección.


Revista Expresión Forense Edición 29